12-03-2019
Básicamente son productos cuya característica principal es la de ofrecer al inversor la posibilidad de beneficiarse del recorrido alcista (o bajista según la estructura elegida) de los mercados bursátiles, pero con la garantía de recuperar el 100% (o una parte muy significativa) de la inversión realizada.
El cliente contrata un producto en el que el emisor le garantiza el valor a vencimiento de los títulos, y una rentabilidad, que en lugar de estar en función de los tipos de interés, va ligada a otra variable, normalmente algunas acciones, inflación o Índice Bursátil.
La forma en la que se construyen los productos estructurados es sencilla:
Esta es la forma más sencilla de "montar" un producto estructurado, pero existen otras en función de las necesidades y características de la entidad emisora como los Equity Swap. Además, este tipo de estructuras simples, han ido desarrollándose y haciéndose más complejas paulatinamente, pero la base es la misma. De este ejemplo podemos ver que nuestro producto estructurado, a parte de que suba el Índice, será mejor o peor en función de:
Por último señalar que también han proliferado mucho otro tipo de estructuras, llamadas Estructuras Reverse o Reverse Convertible en los que el emisor se reserva el derecho, al vencimiento del contrato, y siempre en función de la evolución del subyacente, de entregar bien el efectivo bien el subyacente (acciones) conforme a la liquidación previamente acordada. El capital no está garantizado.
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